En México, desde finales del siglo XVIII hasta la década de 1850, se llamaba china poblana a la mujer de extracción humilde que acostumbraba vestir una falda de castor (tela de lana) bordada con lentejuelas y una blusa blanca de amplio escote. Se les llamaba chinas porque, a raíz de la conquista, los españoles adoptaron la palabra quechua china -que significa hembra- para referirse a las indias y, en general, a las mujeres del pueblo. Así, en toda Sudamérica también de llama china a la pareja de los vaqueros; como los gauchos argentinos, los huasos chilenos o los llaneros venezolanos.
La frase ?china poblana? es en realidad una especie de pleonasmo pues, en el siglo XIX, la palabra ?poblana? significaba mujer del pueblo, mientras que, como hemos dicho, la palabra quechua ?china? significaba lo mismo. Por tanto, las chinas poblanas no eran exclusivas de Puebla y se considera que el área en que se acostumbraba vestir de china iba desde Oaxaca hasta el Bajío.
La creencia de que las chinas poblanas eran exclusivas de la ciudad de Puebla fue un invento del historiador poblano Antonio Carreón, quien, en su Historia de la ciudad de Puebla (1896), adjudicó erróneamente a la princesa india Mirra un origen chino, y afirmó que esta mujer, quien vivió en esa ciudad en el siglo XVII con el nombre de Catarina de San Juan, había sido conocida como la China poblana. El escritor Ramón Mena añadió a este mito que las criollas de aquella ciudad, por honrar la memoria de Mirra, o Catarina (quien era recordada como una santa) adoptaron su manera de vestir y así nacieron las chinas poblanas. Sin embargo, si se observan los retratos de Mirra, se nota que vestía como monja, por lo cual, el vestido de china poblana no tiene nada que ver con ella.
La indumentaria de china poblana cayó en desuso hacia la década de 1850, pero siguió usándose únicamente para bailar el jarabe en toda clase de festividades, con lo cual adquirió un carácter tradicional o folklórico.
Faustino Amado Sánchez Aquino
Investigador del MNI-INAH