Hacia 1820, México no contaba todavía con partidos políticos formales, sino que contaba con grupos de poder, dentro de ellos existían personas con una filosofía común: la masonería. Al principio fue un círculo secreto, lo que provocó entre el pueblo una mezcla de miedo y fascinación.
Al consumarse la independencia en 1821, se consolidaron dos importantes ritos masónicos opuestos: Escocés y Yorkino, los cuales se convirtieron en centros donde se establecieron y fortalecieron las relaciones sociales, siendo el lugar en el que propagaron ideas, opiniones y conductas, dando lugar a una destacada participación en el escenario político nacional, al grado de que sus líderes llegaron a ocupar la presidencia de la república y algunos de los principales puestos en el gobierno.
La logia Escocesa, fundada en 1823, fue de tendencia conservadora, centralista y monárquica, actuó al amparo de patentes concedidas en Europa, en buena parte integrado por miembros españoles y con el apoyo de algunos simpatizantes, que ayudaron a sentar las bases de un gobierno republicano centralista. Tuvo como Gran Maestre a Nicolás Bravo.
La logia Yorkina, establecida en 1825, fue de ideas progresistas, federalistas y liberales, integrado predominantemente por criollos y mestizos, obtuvo patentes de los Estados Unidos siendo apoyado por el embajador Joel R. Poinsett. Pugnó por consolidar el sistema federal con el proceso electoral y la reglamentación a elecciones presidenciales. Tuvo como primer Gran Maestre a José María Alpuche, quien contó como consejeros al embajador norteamericano y a Lorenzo de Zavala; y su segundo Gran Maestre fue Vicente Guerrero.
Entonces dio inicio a la lucha entre estos dos ritos por lograr mantener el control político del gobierno y su participación en las decisiones del congreso. Es oportuno señalar que las logias masónicas son conocidas como ritos, partidos y sociedades secretas y aunque existieron otras más, éstas fueron las que trascendieron al ámbito político.
Ranulfo Gaspar Hernández
Historiador del MNI-INAH
Histórico del Breviario Cultural