A raíz de la independencia, y debido a que la fábrica de fusiles que tenía el gobierno virreinal quedó inutilizada por deterioro de la maquinaria, los gobiernos mexicanos independientes compraron a Inglaterra fusiles usados para armar al ejército. Tales fusiles habían sido utilizados en las guerras napoleónicas y en su mayoría correspondían al modelo llamado Brown Beess, que fue el arma reglamentaria de la infantería británica de 1722 a 1836, con varias versiones. Se trata de un arma de llave de sílex (el mecanismo de disparo consiste en una piedra de sílex que, al chocar contra una batería de acero, produce la chispa necesaria para encender la carga de pólvora), calibre .75 (19 mm) y cañón de ánima lisa. Como en todas las armas de cañón liso, el alcance total podía sobrepasar los 700 m., pero la precisión efectiva apenas rondaba los 50 m.
Sin embargo, el ejército de línea estadunidense también estuvo armado en su mayoría con armas de sílex, y sólo algunos cuerpos de voluntarios trajeron a México las nuevas armas de llave de percusión (con cápsula de fulminante en vez de piedra de sílex) y cañón rayado. Hay fuentes que afirman que los cuerpos de voluntarios mexicanos, conocidos como Guardia Nacional, también usaron fusiles nuevos de percusión. Este emparejamiento en el armamento de ambas infanterías tal vez explique que, a pesar de la derrota, los mexicanos infligieran a los invasores el mayor número de bajas, proporcionalmente hablando, que los estadunidenses han sufrido en todas sus guerras.
Faustino Amado Aquino Sánchez
Investigador del MNI-INAH
Imágen: Fusil inglés Brow Bess