El llamado Incidente Tampico ocurrido el 9 de marzo de 1914, es un hecho que comúnmente se señala como detonante de la segunda invasión norteamericana. Sabemos, sin embargo, que hubo otras razones que los hombres de Woodrow Wilson esgrimieron para llevar a cabo la acción. Ello explica en parte la presencia de barcos, como el de aprovisionamiento Mayflower (que vemos en la fotografía) hasta los grandes acorazados.
El 21 de abril inició el desembarco yanqui sembrando el pánico entre los habitantes. Aunque se dice que no se combatió, ya que el ejército al mando del General Gustavo A. Maass se retiró, hubo algunos integrantes del mismo que junto con voluntarios, presos, civiles e incluso mujeres y sobre todo los alumnos de la Escuela Naval, dirigidos por el comodoro Manuel Azueta, formaron la resistencia. La superioridad de hombres y armamentos se impuso. En los siguientes días, los invasores se adueñaron del puerto, izaron su bandera y decretaron la ley marcial a la vez que dieron una proclamación que estableció las nuevas disposiciones. Hoy, a cien años de los hechos, es pertinente recordar esta fecha como lección que nos señala que una agresión se da cuando está violentada la unión que siempre hace la fuerza.
José Luis Juárez López
Investigador del MNI-INAH
Histórico del Breviario Cultural