Es el espacio que se designa a un grupo de masones que trabajan mancomunadamente para levantar una obra o para desarrollar algo en común, ya que los masones son obreros que trabajan por su propio perfeccionamiento y por el de la humanidad en general.
En la edad media, el término taller fue considerado como un elemento productivo, pedagógico, práctico y teórico, que constituye de manera reglamentada la célula básica de un gremio, tanto de constructores como de albañiles, de canteros, de carpinteros, de herreros y de arquitectos. En esa época, los talleres poseían un representante que recibió el título de Maestro, quien tuvo bajo su responsabilidad la labor artesanal de los oficiales o compañeros y de los aprendices. Posteriormente, éstos fueron los tres primeros grados masónicos.
En el taller, los masones están llamados a habitar entre el pasado y el futuro, entre lo tradicional y lo contemporáneo, entre lo racional y lo intuitivo; es decir, todo lo abarca y nada le es ajeno. De tal modo, el masón tiende alcanzar una racionalidad que emana de su propia esencia y se proyecta a lo comunitario, buscando una razón para el presente.
En la época moderna, un conjunto de talleres conforman una obediencia masónica llamada: Gran logia, Gran oriente, Gran priorato, Federación y Asociación; aunque algunos de ellos prefirieron trabajar de manera independiente o ?bajo la bóveda celeste?. Estas obediencias suelen agruparse en asociaciones de distinto aspecto ideológico y con diferentes clases de delegación de la soberanía.
Ranulfo Gaspar Hernández
Investigador MNI-INAH
Imagen: http://jrotazo.blogspot.mx/2012/10/hablando-de-masoneriala-vida.html
Histórico del Breviario Cultural