Tras la caída de Tenochtitlán, los pueblos que se encontraban alrededor de los lagos, en la cuenca de México se fueron integrando al nuevo patrón europeo y Huitzilopochco no fue la excepción. Por orden del primer obispo en la Nueva España, Fray Juan de Zumárraga, alrededor de 1524, se dio inició a la construcción de un modesto templo parroquial y una rústica casa cural anexa, con los restos de los edificios prehispánicos destruidos, material abundante, pues debido a la importancia del culto a Huitzilopochtli, el señorío de Huitzilopochco tenía templos de gran tamaño, sólo superados por los de Tenochtitlán. Esta modesta casa dio cabida a los primeros frailes franciscanos que llegaron no sólo a evangelizar las nuevas tierras, sino a prepararse como misioneros para dirigirse a Filipinas y, posteriormente fue casa de los primeros frailes dieguinos, quienes dieron forma a un modesto primer convento, estableciendo los primeros estudios de gramática y noviciado.
Fue hasta la segunda mitad del siglo XVII que gracias a los benefactores Diego del Castillo y su esposa Elena de la Cruz, que se inició la construcción del nuevo convento que, con sus reestructuraciones y remodelaciones, subsiste hasta nuestros días.
Norma Elena Rodríguez Hernández
Investigadora del MNI-INAH
Imagen: Fragmento del Mapa de Uppsala, elaborado en 1550, donde ya aparece el convento en
Hucilopusco (Huitzilopochco) junto con el topónimo (colibrí), en: http://systems-ofrepresentation.
uiah._/map_of_mexico/project
Histórico del Breviario Cultural