Todos conocemos la silla de montar que utilizan los charros mexicanos, debido a ello sabemos que es única en el mundo. Sin embargo, pocos saben que este apero tuvo una evolución que arranca en 1555, cuando el virrey Luis de Velasco permitió a los indios montar a caballo, siempre y cuando lo hiciesen en monturas de su propia invención. Nos han llegado hasta nosotros sillas mexicanas del siglo XVI; las más antiguas que se conservan datan del siglo XVIII y pueden verse tanto en museos como en litografías y pinturas. Sigue en antigüedad la montura que se utilizaba a mediados del siglo XIX y por último la que se utilizó a partir de la segunda mitad del siglo XIX.
Faustino Amado Aquino Sánchez
Investigador del MNI-INAH