Entre los elementos que se encuentran representados en el símbolo patrio están la piedra o islote, y el nopal en el que se encuentra depositada el águila. A través de las fuentes escritas, hoy sabemos que esa piedra es el corazón sacrificado de Cópil, quien era hijo de Malinalxóchitl, la hermana mayor del dios tutelar mexica, Huitzilopochtli. Malinalxóchitl, considerada hechicera y conictiva, tras una disputa con su hermano y sus seguidores, fue apartada de la tribu, por lo que se establece en Malinalco, donde nace Cópil.
Durante el asentamiento de los mexicas en Chapultepec, Cópil, en venganza por el abandono de su madre tiempo atrás, provocó el levantamiento de los pueblos aledaños contra aquéllos.
Huitzilopochtli, anticipado a las intrigas, capturó y decapitó a Cópil, ordenando a sus sacerdotes que el corazón fuera arrojado al centro del lago, donde se convirtió en la piedra de la que brota el nopal.
El nopal, que representa el árbol cósmico de la zona central de Mesoamérica, toma en su fruto, la tuna sagrada, la forma del corazón de los guerreros sacrificados para alimentar al sol, deidad proveedora mexica. Tenochtitlán se fundó sobre el corazón sacrificado de los enemigos de
Huitzilopochtli y por lo tanto, de los enemigos del pueblo mexica, demostrando, así su hegemonía y poder.
Norma Elena Rodríguez Hernández Investigadora del MNI-INAH Imagen: Topónimo de
México-Tenochtitlán, Códice Osuna, Fol. 496.
Histórico del Breviario Cultural