Los aztecas fundan México-Tenochtitlan en la región más pantanosa de la cuenca de México por órdenes de la deidad nahua Huitzilopochtli.
Durante el segundo año del reinado de Izcóatl, los mexicas lograron la conquista de Huitzilopochco, de esta forma los huitzilopochcas quedaron sometidos en calidad de tributarios del imperio mexicano.
Huitzilopochco estuvo sometido al imperio mexica, en este lapso el poblado cobró fama por el desarrollo del arte plumario que consistía en la elaboración de indumentaria y adornos por artesanos especializados.
Muere el señor de Huitzilopochco, Huitzilatzin, los pobladores relacionaron su muerte con el eclipse de sol que se produjo un poco antes, evento que presagiaba una gran calamidad para todos los pueblos de Anáhuac.
Los ibéricos redujeron a cenizas y conquistaron tanto al imperio más poderoso de Mesoamérica, Tenochtitlan, como las ciudades aledañas a los lagos de Texcoco, Chalco y Xochimilco, entre ellas, Huitzilopochco.
Inicia la primera etapa constructiva de la edificación de un nuevo espacio sagrado, con una edificación sensiblemente distinta a las prehispánicas. En este año, se erigió la primera casa de formación de franciscanos en Churubusco.
San Mateo Huitzilopochco fue dado en encomienda al conquistador Bernardino Vázquez de Tapia, sin embargo, al poco tiempo la encomienda quedó vacante.
La mayoría de indígenas huitzilopochcas fue reasignado posteriormente a encomenderos privados lejos de Huitzilopochco, en razón de que era necesaria la mano de obra en otros poblados y no precisamente en este lugar.
En el poblado de Huitzilopochco se construyeron dos templos cristianos. Uno de ellos fue el de San Mateo y otro fue el del convento franciscano. La edificación religiosa de los franciscanos fue una de las primeras que se fundaron en la Nueva España.
La iglesia parroquial de San Mateo Churubusco fue construida a costa de Bernardo de Peñalosa, muy probablemente a partir de esta década.
Siete u ocho de sus establecimientos franciscanos fracasaron, por esta razón la casa franciscana en Churubusco fue abandonada paulatinamente desde la década de 1570.
Se reactivó el pequeño convento que habían abandonado los mendicantes de tal forma que, para finales de la década, los descalzos ya tenían su casa de formación.
La casa franciscana en Churubusco fue ocupada por los frailes de la orden de San Diego de Alcalá.
Un documento que relata el viaje del comisario general de la Nueva España, fray Alonso Ponce, nos da una idea de la importancia de la casa franciscana en Churubusco.
Por su importancia, Churubusco crece tanto que para entonces ya contaba con celdas, claustro, iglesia y huerta.
La advocación de la iglesia del convento de Churubusco se cambió a Santa María de los Ángeles, que le habían adjudicado los franciscanos, a San Diego de Alcalá, con el objeto de honrar al padre fundador de la orden.
Pedro Sánchez de Hervas es asignado como el primer cura vicario en la parroquia de San Mateo Churubusco.
Las declaraciones de los pueblos de indios, entre ellos Huitzilopochco, daban cuenta de las actitudes del clero con respecto al poblado de San Mateo Churubusco.
Mateo de Mauleón, junto con su esposa Juana Luna y Arellano, solicitó las licencias para la construcción de la iglesia y convento de San Diego, además pidió al ayuntamiento cuatro solares para dicha fundación con el fin de comenzar con las obras del convento.
El cronista, Baltasar de Medina atribuye la ?reconstrucción? del convento en estos años a Diego de San Pedro. Además, en ese tiempo se le dio la categoría de casa de formación.
El virrey de la Nueva España, Diego Pimentel Carrillo, Marqués de Gelves, se había constituido como un protector de la orden de San Diego, debido a que su confesor, Bartolomé Burguillos, quien era el guardián del Convento de Churubusco.
En el siglo XVII, en un Capítulo de la Orden de San Diego, el recinto de tifoideos se estimó la vocación del recinto de Churubusco como hospital, donde la idea de utilizar el inmueble como enfermería fue manifiesta ya desde su etapa conventual.
El convento de Churubusco fue utilizado de diversas maneras, destacando su uso como convento para frailes. Gracias al apoyo de Diego del Castillo, fue posible la reedificación del Convento de Santa María de los Ángeles de Churubusco.
Domingo de la Rea hereda la fortuna de Diego del Castillo y dona de una casa contigua al convento para que se integrara al terrero de la Huerta en dicho año.
El colegio y convento fue ensanchado, se hicieron nuevas celdas se levantó la barda perimetral de cal y canto que rodea el predio, se colocaron las imágenes en las hornacinas, además se revistió el guardapolvo del claustro y el refectorio de azulejos.
Se colocó una escultura singular en la antesacristía, a un costado de la escalera de acceso a la planta alta. Esta imagen es nada menos que el Cristo de caña, conocido también como ?Cristo de Churubusco?.
Se fabricó un nuevo baño para los religiosos que consistía en una tina amplia recubierta de azulejos, además, de la puerta de servicio de la antigua huerta, es decir, el Portal de la Huerta que actualmente constituye el acceso al museo.
Fue a mediados del siglo XIX cuando el convento se habilitó como fortaleza o punto de contención para ofrecer resistencia a las tropas norteamericanas.
En este año las tropas norteamericanas llegaron al valle de México. Ante tal eventualidad, los dieguinos del convento de Santa María de los Ángeles fueron exclaustrados con el propósito de que la construcción se ocupara como fortaleza para detener el avance invasor.
El general Manuel Rincón, un veterano militar de las guerras de independencia, asumió el mando de las tropas en Churubusco, por orden expresa de Santa Anna. Como jefe de artillería del punto se nombró a Juan B. Argüelles.
Santa Anna y sus 5 mil soldados de la división del Norte pasaron por Churubusco y atravesaron el puente con rumbo a la ciudad de México.
El Picayune de dicho año, destacó por las ?Brilliant Victories? de Padierna y Churubusco y ponderaba esta última victoria por haber capturado a los generales Rincón, a Anaya, al coronel Gorostiza, y a adinerados y notables personajes de la sociedad mexicana.
Algunos mexicanos capturados en Churubusco se ?juramentaron? a no volver a tomar las armas en contra de los norteamericanos. Sin embargo, quienes no lo hicieron sería liberados hasta diciembre del mismo año.
La presencia de los norteamericanos en Churubusco se hacía manifiesta a través de una casa que tenían bajo su custodia, la cual era utilizada como cárcel, dicha vivienda estaba llena de ?greasers? mexicanos, acusados de varios crímenes contra la ocupación.
El teniente Coulter fue comisionado a la cárcel de Churubusco en donde los norteamericanos se divertían con los prisioneros ?poniéndoles pólvora mojada dentro de la celda y dándoles puros con pólvora?.
Un año después de la acción militar norteamericana, se inició la ceremonia conmemorativa de la defensa de Churubusco con la exhumación de los restos del joven oficial Francisco Peñúñuri, quien había sido Jefe del Detall del batallón Independencia, y que había muerto aquel día del año anterior.
Durante este segundo aniversario de la defensa de Churubusco se realizó ahora con la asistencia del presidente de la República, a partir de este año se solemnizó la ceremonia, constituyéndose el convento en un lugar de evocación memorial.
El compositor Guillermo Prieto realizó una composición, donde, alude al momento trágico de Churubusco, a la muerte de Martínez de Castro y de Peñúñuri; menciona a Anaya, Rincón, Gorostiza, y a los ?hijos de San Patricio?.
La Ley Lerdo estableció la desamortización de los bienes de las corporaciones civiles y eclesiásticas. Por otra parte, gracias a la iniciativa de iniciativa de José María Lafragua, se ordenó la construcción de un monumento fúnebre para horrar la defensa en contra de los norteamericanos, y que se colocaría frente a la puerta de campo, al sur del convento.
Se ordenó levantar sendos monumentos tanto en Churubusco como en Molino del Rey, con el fin de: ?perpetuar la memoria de las gloriosas jornadas del 20 de agosto y 8 de septiembre de 1847.?
A partir de este año, el 20 de agosto se instituyó como la fecha oficial para la ceremonia por antonomasia del pueblo de Churubusco. Quienes promovían la ceremonia conmemorativa eran principalmente las asociaciones de veteranos de la guerra de 1847.
Guillermo Prieto realiza una notable composición poética titulada ?La madre del Recluta. Recuerdos de 1847?, en donde Prieto realiza un justo homenaje a los defensores de Churubusco.
Dada su condición de espacio para ?beneficencia pública?, el presidente Juárez decretó que el antiguo Convento de Churubusco sería utilizado como hospital.
El entonces presidente de la República, Sebastián Lerdo de Tejada, visitó el convento y después pasó a ?un salón provisional, en que se hallaba colocado el cuadro original de la batalla de Churubusco, obra del Sr. Villanueva?.
Con la promulgación de las Leyes de Reforma, el convento se adaptaría para instalar ahí el Hospital Militar de tifosos.
El presidente de la República, Benito Juárez, emitió una resolución por medio de la cual el convento sería destinado a un uso público, esto con la intención de preservar la memoria histórica en el convento, en razón de la defensa llevada a cabo contra los norteamericanos.
Se publicó el decreto de 1897, que establecía como propiedad de la nación a todos aquellos monumentos arqueológicos existentes en territorio mexicano como monumentos arqueológicos solamente las ruinas, ciudades, y ?en general, todos los edificios históricos.
Durante este periodo, la introducción del cinematógrafo en la vida cultural fue otro factor de cambio en la forma de aprehender la imagen del inmueble, pasaron algunos años para el nacimiento de una industria que fue el entretenimiento popular por antonomasia.
Ocurre el primer cambio en el nombre de las calles, cuando el Ayuntamiento de Coyoacán acordó que la calzada que conducía de Coyoacán al pueblo de Churubusco se llamara Calzada del General Anaya, ?en memoria del héroe de este nombre que defendió el convento de Churubusco en 1847.?
El secretario del Despacho de Instrucción Pública y Bellas Artes, Nemesio García Naranjo, promulgó la Ley sobre conservación de monumentos históricos y artísticos y bellezas naturales. La ley de 1914 abrió la posibilidad de conservar los inmuebles que tuvieran ?interés nacional, desde el punto de vista de la historia o del arte?. Es decir, todo lo relacionado con lo arqueológico y la etapa virreinal como del siglo XIX.
Las fuerzas constitucionalistas procedentes de Guaymas, Sonora, ocuparon el recinto conventual de Churubusco como cuartel, poco antes de que se firmara la Constitución Política de 1917.
El entonces Inspector General de Monumentos Artísticos, Jorge Enciso mencionó en un memorándum, la necesidad de crear un museo histórico en el convento de Churubusco, con el fin de preservar el inmueble para interés público y ?sacar el edificio del olvido y del abandono?.
El ayuntamiento de Coyoacán acordó la instalación de un museo de Historia Natural, el cual se formaría con las colecciones de la Secretaría de Agricultura y Fomento. Esta iniciativa es casi simultánea a la creación del Museo Histórico de Churubusco.
Por acuerdo presidencial del propio Venustiano Carranza, el inmueble fue cedido para su resguardo y administración, a la Universidad Nacional.
Los principales diarios de la ciudad de México consignaron en primera plana la noticia de que fuerzas del 8º Regimiento de Caballería del ejército norteamericano habían invadido una zona fronteriza, cerca de Matamoros, Tamaulipas. Por otra parte, el exconvento de Churubusco tuvo su gran apertura.
La ceremonia conmemorativa de la defensa del 20 de agosto de 1847 tuvo una característica especial debido a dos factores: la tensa situación diplomática entre el gobierno de Venustiano Carranza, y el de Estados Unidos y el otro fue la presunta inauguración del Museo Histórico de Churubusco, con el objetivo de perpetuar la memoria de los que sucumbieron en 1847.
La edificación conventual fue rescatada del deterioro y del abandono por las autoridades universitarias, y se destinó a funcionar como Museo Histórico de Churubusco con el propósito evidente de servir de receptáculo para las ?reliquias? de la guerra de 1847.
A partir de este año, Alfonso Pruneda ocupó el inmueble del Ex-convento de Churubusco. La escuela en su nueva sede estuvo integrada fundamentalmente por señoritas de la clase media mexicana.
En la etapa del cine silente, la primera producción cuyo escenario fue el convento, es El Cristo de Oro, filmada en los primeros meses de dicho año.
El convento de Churubusco fue el escenario ?natural? para rodar película titulada Conspiración, dirigida por Manuel R. Ojeda, donde, en estos filmes de ficción se recrea el periodo virreinal, ya que la acción ocurre en el siglo XVII.
La industria cinematográfica cobró auge con la fundación de los estudios de Cinematográfica Latinoamericana (CLASA) en 1934. A partir de entonces el convento se convirtió en una edificación de inmejorables características para realizar películas a gran escala.
Se declararon más de 447 inmuebles como ?Monumentos?. Entre ellos, el convento de Churubusco, de esta manera todo el conjunto conventual se convirtió en un monumento en sí mismo.
La Secretaría de Hacienda emitió la declaratoria de monumento histórico al inmueble denominado Ex-convento de Churubusco.
Se reprodujo en el muro interior sur del exconvento de Churubusco el icono del colibrí, representación visual de Huitzilopochco: ?lugar de Huitzilopochtli?.
Se reglamentaron los permisos para tomar fotografías y películas en los museos Esta normatividad trató de proteger los edificios arqueológicos y coloniales, sobre todo el de Churubusco, ya que era común que en el inmueble se filmaran escenas de películas.
Durante el gobierno de Lázaro Cárdenas del Río, se creó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) con el propósito de resguardar el patrimonio histórico y arqueológico nacional.
La iniciativa de la Secretaría de la Defensa Nacional, se inauguró otro monumento para redondear la memoria de Churubusco.
Durante la fase inicial del gobierno del último presidente de origen militar de la posrevolución: Manuel Ávila Camacho, fue inaugurada la estatua del General Anaya y se colocó originalmente en la confluencia de la avenida Tlalpan y la calle de Héroes del 47.
Fue filmada la película mexicana La Hermana Blanca, donde se desarrolla una historia en un hospital de principios del siglo XX atendido por monjas. La locación fue el convento de Churubusco, su visualización remite a un uso poco conocido del inmueble: el hospital.
La comedia juvenil Cinco de Chocolate y uno de fresa retrata rincones del exconvento y muestra el interior del inmueble hacia finales de la década de 1960. La cinta mostraba el estado en que se encontraba no sólo el inmueble, sino el mobiliario en aquellos años.
La señora Raquel Díaz de Leon impulsó una iniciativa para instalar en el exconvento un Museo dinámico de las Artesanías y del Folklore en México. Lamentablemente la propuesta fue rechazada por considerar que el Museo de Churubusco ya tenía su temática propia.
Para principios de la década en todo el conjunto conventual cohabitaban varias dependencias del propio Instituto: el Museo de Churubusco, pese a esta diversidad de funciones, fue propicio el traslado de la Dirección de Monumentos Históricos al edificio del Marqués del Apartado.
La vocación y uso del inmueble como museo se ha mantenido prácticamente a lo largo del siglo XX y en los inicios del XXI, primero con la denominación de Museo Histórico de Churubusco, posteriormente recibiría el nombre de Museo Nacional de las Intervenciones.
El inmueble fue objeto de una restauración integral, en donde se hicieron trabajos de albañilería, resanes, sustitución de losas en los entrepisos, inyección de concreto en muros, y se hizo la nueva instalación eléctrica acorde con la museografía.
La edificación virreinal salió de la penumbra y abrazó en sus muros al Museo Nacional de las Intervenciones. El expresidente José López Portillo le otorgo al recinto, la tarea de mostrar una visión de las intervenciones extranjeras en nuestro país.
Se inauguró un nuevo museo en el antiguo convento del mismo nombre: el Museo Nacional de las Intervenciones, donde, Gastón García Cantú fue nombrado director general del INAH. Posteriormente el expresidente José López Portillo llegaría al exconvento en visita oficial.
A menos de un año de su inauguración se desmantelaron algunas salas y se hizo la readecuación museográfica, el Museo Nacional de las Intervenciones perdió la sala de ?Intervención Norteamericana de 1916?, esto de acuerdo a las necesidades de espacio físico que se requería.
Iniciaron las exposiciones mensuales que denominadas ?temas del mes?, aludían a factores de la política exterior y de la soberanía no sólo de México, sino de otras latitudes. Como ejemplo, ?La nacionalización del petróleo en México? o ?La Guerra de las Malvinas?.
Comenzaron a montarse en el museo las exposiciones temporales referentes a temas tanto de política exterior como de historia nacional, por ejemplo: ?Solidaridad Internacional de México hacia Centroamérica?, ?La mujer en la resistencia contra el invasor?, entre muchas otras.
De julio a octubre se realizó la exposición ?Arte religioso en Churubusco?, exposición itinerante en colaboración con el Museo de Antropología e Historia del Estado de México, lo que demostró la importancia de las exposiciones para llegar a públicos más amplios.
La celebración del centenario de la defensa del lugar, para la conmemoración del sesquicentenario en los objetos alusivos no se exalta a personalidad alguna, sino que se retoman las imágenes ya conocidas del monasterio, destacando los abalorios patrios y la impronta militar con motivos artísticos.
La iniciativa del propio Museo Nacional de las Intervenciones, se acuñó una moneda conmemorativa en cuyo anverso está plasmada una perspectiva del convento, dichas monedas se sumaron a los testimonios gráficos de la memoria de Churubusco.