A mediados de 1859, la guerra civil (hoy conocida como Guerra de Reforma) se encontraba en su etapa definitoria. Los bandos en conflicto, liberales y conservadores, hondaron sus diferencias y radicalizaron sus posiciones políticas. A comienzos de julio, desde Veracruz, el gobierno liberal encabezado por Benito Juárez profundizó los planteamientos de modernización asentados en la
Constitución de 1857. El 12 de julio se expidió el decreto que contenía la Ley de Nacionalización de Bienes Eclesiásticos y la Separación Iglesia-Estado, el 23 se promulgó la Ley de Matrimonio Civil y el último día del mes la de Secularización de Cementerios.
La epístola escrita por Melchor Ocampo, contenida en la Ley de Matrimonio, sustentó el rito civil durante mucho tiempo. En los albores del siglo XXI, las valoraciones de género, enunciadas en la carta, resultan obsoletas y han dejado de leerse por los jueces. No obstante, a poco más de 150 años de distancia, los principios laicos que inspiraron a las Leyes de Reforma mantienen vigencia.
Pavel Leonardo Navarro Valdéz
Investigador del MNI-INAH
Imagen: Litografía de Melchor Ocampo, Fototeca INAH.
Histórico del Breviario Cultural